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La flor de caléndula tiene muchos beneficios y propiedades para la salud y la belleza, algunas de sus virtudes son:

  • Capacidad cicatrizante: gracias a su contenido en carotenos y flavonoides, protege la piel de agresiones externas y aumenta la producción de colágeno.

  • Poder antiséptico, antibacteriano y fungicida: ayuda a prevenir y tratar infecciones cutáneas como acné, urticaria, eccemas o forúnculos.

  • Capacidad antiinflamatoria: alivia el dolor y la inflamación causados por golpes, quemaduras, esguinces o hemorroides.

    La caléndula tiene una gran capacidad antiinflamatoria gracias a sus componentes flavonoides, que actúan sobre los mediadores de la inflamación y reducen el dolor y la hinchazón. Por eso, se recomienda para tratar problemas cutáneos como roces, escaldaduras, quemaduras leves, golpes o hemorroides. También se puede usar en forma de infusión o enjuague bucal para aliviar las infecciones bucofaríngeas como las llagas o la gingivitis. Además, la caléndula contiene otros principios antiinflamatorios y antisépticos como el ácido salicílico, el cariofileno o la quercetina que ayudan a prevenir y combatir las infecciones.

  • Uso cosmético: mejora el aspecto de la piel, hidratándola y suavizándola. También puede ayudar a combatir las arrugas y las manchas.

Hay varias formas de aplicar la caléndula sobre la piel, dependiendo del problema que quieras tratar y de la forma de presentación que tengas.

Estas son algunas de ellas:

  • Agua de caléndula: se prepara poniendo en una taza de agua caliente unos pocos pétalos de caléndula y dejándolos reposar toda la noche. Al día siguiente se aplica con un algodón sobre la piel para hidratarla, suavizarla y reafirmarla.
  • Infusión de caléndula: se prepara hirviendo unas cuantas flores en un cazo durante unos minutos y dejándolas reposar otros 15 minutos. Se cuela el líquido y se aplica con un algodón sobre las zonas inflamadas, irritadas o infectadas.
  • Compresas de caléndula: se preparan mojando unas gasas o paños con la decocción de las flores (similar a la infusión pero más concentrada) y se aplican sobre las heridas, quemaduras o hemorroides para favorecer la cicatrización.
  • Crema o ungüento de caléndula: se puede comprar en farmacias o herbolarios o hacerlo en casa mezclando aceite o manteca de caléndula con cera de abejas. Se aplica una pequeña cantidad sobre la piel para nutrirla, protegerla y regenerarla.
  • Problemas digestivos y menstruales: favorece la digestión, alivia las úlceras gástricas, el estreñimiento y la gastroenteritis. También puede regular el ciclo menstrual y reducir los cólicos.
  • Vista: protege los ojos de los rayos ultravioleta y previene las cataratas.

Para preparar la infusión de caléndula solo se necesita un puñado de esta flor y un poco de agua. Se puede usar la flor fresca o seca, aunque esta última tiene una mayor concentración de principios activos. Se recomienda usar unos 4 gramos de flor por cada taza de agua. El proceso es el siguiente:

— Hervir el agua en una olla o hervidor.
— Añadir los pétalos de caléndula y apagar el fuego.
— Tapar el recipiente y dejar reposar durante unos 10 minutos.
— Colar la infusión y servir en una taza.

La infusión de caléndula se puede endulzar con miel, azúcar o stevia, según el gusto. También se le pueden añadir otras hierbas como menta, diente de león o boldo para potenciar sus efectos.

Se recomienda tomar entre 2 y 3 tazas al día para obtener sus beneficios.

La caléndula es una planta bastante segura, pero tiene algunas contraindicaciones que debes tener en cuenta antes de utilizarla. Estas son algunas de ellas:

  • Reacciones alérgicas: si eres alérgico a plantas de la familia de las asteráceas, como las margaritas o los crisantemos, puedes tener hipersensibilidad a la caléndula y sufrir dermatitis de contacto o irritación en la piel.
  • Embarazo y lactancia: no se recomienda el consumo interno ni externo de caléndula durante el embarazo o la lactancia, ya que puede afectar a los niveles hormonales y provocar abortos involuntarios o problemas en el desarrollo del bebé.
  • Interacción con medicamentos: la caléndula puede interferir con algunos fármacos, como los anticoagulantes, los sedantes o los antihipertensivos. Consulta con tu médico antes de tomarla si estás bajo tratamiento farmacológico.
calendula en flor